10 de octubre de 2013

Patria abortada

En un país donde el 97% de unos fabulosos ingresos de exportación va directamente a las arcas del Estado, no puede nacer la patria de nadie, sino solo el buen negocio de algunos.
En 1943 se promulgó la Ley de Hidrocarburos que planteaba el concepto de una división de 50/50 de los beneficios entre el Gobierno y la Industria, y el 1 de enero de 1976 se nacionalizó, perdón, quise decir se estatizó, el petróleo.
¿Qué hubiese pasado en nuestro país si en cualquiera de esas fechas se hubiese decidido entregarle, a los venezolanos, en dólares, su cuota parte de las resultas petroleras?
Es difícil decir, pero de algunas cosas estoy seguro. La patria hubiese nacido, tendríamos muchos mejores ciudadanos, una economía más fuerte y muchísima más democracia.
¿Cuándo tendrá Venezuela una elite, o dirigentes políticos, que les interese más tener una patria que el tener un negocio?
¿Y de quién es la responsabilidad de hacer lo necesario, para que a una elite, o a dirigentes políticos, les interese más tener una patria que el tener un negocio? ¿Acaso no es nuestra?
¿Qué verdaderos socialistas podrían estar en contra de que a cada ciudadano se le entregue su cuota parte de las resultas petroleras del país?
¿Qué verdaderos creyentes en el mercado podrían estar en contra de que a cada ciudadano se le entregue su cuota parte de las resultas petroleras del país?
Y aún así, tal posibilidad ni siquiera la menciona y mucho menos la discute ninguno de los dos bandos. Lo cual me lleva a concluir que tanto nuestros socialistas como nuestros neoliberales, son todos de pacotilla... y miembros de la tribu quítate-tu-pa'-enchufarme-yo.
Por ejemplo a Chávez jamás se le pasó por la cabeza confiar en el ciudadano y entregarle sus resultas petroleras. Siempre era él, como el Superdotado, quien se las tenía que sembrar. Lo que les entregó fue un poco de Misiones Consuelitos y muchísima gasolina regalada.
Y si quieren sacar a relucir el intento de la tarjeta "La Negra", para lograr una distribución marginal de resultas, ese tenía poco fundamento ideológico y bastante del electoral.
¿Qué opinan? ¿Resultaría más fácil convencer a los socialistas de pacotilla a ser socialistas de verdad, y entregarle a los ciudadanos sus resultas petroleras, que convencer a los neoliberales de pacotilla a ser neoliberales de verdad, haciendo lo mismo?
La mala leche del venezolano es la de creer en la buena leche de poder conseguirse unos políticos maravillosos que, con justicia y sabiduría, nos multipliquen las resultas petroleras. Olvídense, esa modificación genética del político no es posible.
A todo aspirante a Cacique, o a Pran, preguntémosle: ¿por qué cree usted al venezolano tan inservible, y usted ser tan superior, como para considerar que pueda administrar las millones de cuota partes de resultas petroleras todas juntas, mejor que cada ciudadano la suya? ¿Por idiota, por engreído, o por ser solo otro aprochavezador?
PS. El Washington Post reportó, hasta con foto en colores del arte de Cruz Diez en Maiquetía, sobre el "turismo de divisas", o el "raspao de cupos Cadivi". Ahí citan a Juan Carlos Dugarte, prometiendo nuevos controles de parte del Saime, por cuanto "los dólares deben ser usados para alimentar la economía local y no para especular". Hágame el favor señor Dugarte, responda: ¿qué alimenta más la economía local, el gasto subsidiado del turista venezolano en el exterior, o la especulación local? Así es, lo más irregular con los cupos de Cadivi, son los cupos de Cadivi.